El terremoto el 28 de septiembre en Indonesia provocó un fenómeno llamado “licuefacción”, en el que el suelo se licúa y arrasa todo lo que encuentra a su paso.
El terremoto el 28 de septiembre en Indonesia provocó un fenómeno llamado “licuefacción”, en el que el suelo se licúa y arrasa todo lo que encuentra a su paso.